quarta-feira, 14 de dezembro de 2011

20 reflexões a respeito da homossexualidade

1. Soy homosexual desde siempre y nada puedo hacer para cambiarlo. Quien diga que puede es un mentiroso, un iluso o un ignorante.
2. No me rechaces por ser como soy. Mi homosexualidad no es un deseo de ofender ni de lastimar: es mi orientaciĂłn sexual natural y constituye un rasgo fundamental de mi personalidad. Es la manera que tengo de entregar mi afecto y de ejercer mi sexualidad y tengo tanto derecho a mi sexualidad como vos a la tuya.
3. Si a veces he deseado ser heterosexual o he actuado como si lo fuera, no es porque mi homosexualidad me haga infeliz sino porque creí que era la única manera de sobrevivir en medio del prejuicio y del odio general. Me daña muy gravemente que los demás se sientan con derecho a hacerme objeto de su desprecio, burla y agresiones tan sólo porque soy diferente de ellos.
4. El asco, desprecio, horror y desconfianza hacia los homosexuales se llama Homofobia. Una fobia es un rechazo irracional y, por lo mismo, una perturbaciĂłn mental. Ya es tiempo de que te sanes de ella.
5. No soy un bicho raro: soy una persona como cualquier otra. En la medida en que me rechaces, me iré alejando de vos. Si soy tu familiar o amigo, no me conviertas en un extraño.
6. Habemos homosexuales de todos tipos, edades, razas, nacionalidades y clases: nos encontrarás en el gobierno, las fuerzas armadas, la iglesia, las instituciones de enseñanza, las empresas públicas y privadas y en todas las profesiones y actividades. Aunque no lo creas, aproximadamente la quinta parte de la humanidad somos homosexuales.
7. Si todos y todas las homosexuales desapareciéramos del planeta, te sentirías muy mal: desaparecerían muchas de las personas que quieres o admiras y muchos de tus amigos y familiares. Es posible, incluso, que no hubieras nacido: muchos homosexuales han tenido hijos.
8. Si alguna vez me has dicho que me amas, demostrármelo: ya era homosexual cuando me lo dijiste y yo te correspondí con mi cariño. No me entusiasma que me menciones lo mucho que me querrías "si yo fuera diferente". No tenés ningún derecho a exigirme ser como vos para que me consideres valioso o digno de tu afecto: eso se llama discriminación y es un delito.
9. No digas necedades como que me preferirĂ­as alcohĂłlico, asesino o violador. Si en tu familia deseas asesinos, alcohĂłlicos o violadores, no me consideres pariente tuyo. Yo aspiro a ser una persona productiva y Ăştil, digna de confianza y de respeto. Tus comparaciones me ofenden y me agraden.
10. Si querés que te respete, vos también tendrás que respetarme. El respeto es la capacidad de considerar el valor de los demás y no tiene importancia cuando no es mutuo.
11. Yo sé que el judaísmo, el Islam y la iglesia católica -y muchas otras que se dicen cristianas- condenan las relaciones homosexuales. También condenan las relaciones prematrimoniales, el adulterio, el sexo oral, la masturbación, la literatura erótica y, en general, todo lo relacionado con el sexo. Igualmente prohíben la ordenación sacerdotal de las mujeres, el uso de los condones, el aborto, los anticonceptivos y la evasión de impuestos, entre muchas otras cosas. En cambio, permiten y aprueban la guerra y la pena de muerte. Si realmente quieres seguir las enseñanzas de Cristo, no confundas su mensaje con las necedades de aquellos que pretenden hablar en su nombre.
12. Muy pocos médicos y psiquiatras están capacitados para entender y valorar la sexualidad humana, ya que sus programas de estudio no la incluyen como corresponde. No me pidas ponerme en manos de ignorantes. Si quieres entender mi homosexualidad, acudí vos con un sexólogo o un psicólogo.
13. Hay muchas teorĂ­as que tratan de "explicar" el origen de la homosexualidad. Ninguna ha logrado acertar porque los cientĂ­ficos que las formulan parten de la idea de que es una alteraciĂłn de la conducta, de la biologĂ­a o la falta de algo. No soy una enfermedad ni un defecto: soy una persona. ¿Vos porque sos heterosexual? ¿Te lo preguntaste alguna vez?
14. Antes de usar términos como "aberrante", "desviado", "anormal" o "depravado", consultá el diccionario. No hagas gala de tu ignorancia.
15. Nadie es "culpable" de que yo sea homosexual. Yo no "me volví" homosexual porque alguien "me pasara" sus mañas. Si las preferencias sexuales fueran contagiosas, todos seríamos heterosexuales porque ustedes son mayoría. Ni vos ni nadie se volverá homosexual por convivir conmigo.
16. Las historias que has oído o leído acerca de que los homosexuales somos violadores de niños son falsas. Más del 80% de los violadores de menores de edad son heterosexuales y te lo pueden comprobar en cualquier oficina de defensa de derechos humanos o en cualquier juzgado penal.
17. No soy homosexual porque aĂşn no haya encontrado a la "persona adecuada" del otro sexo. No me atrae ni me interesa tener relaciones sexuales con personas de sexo diferente al mĂ­o, asĂ­ como a vos no te atrae el tenerlas con alguien de tu mismo sexo. Tampoco ando persiguiendo heterosexuales: prefiero relacionarme emotiva y sexualmente con una persona homosexual de mi mismo sexo.
18. No tengas temor de preguntarme lo que sea acerca de mi vida sentimental o sexual, y en general, de mis aspiraciones como persona. Yo estoy deseando que me conozcas mejor y, comunicándonos, te sorprenderás de lo parecidos que somos.
19. No estoy pidiéndote que me entiendas y me toleres, sino que me comprendas y me aceptes. Tolerar es indigno porque la tolerancia es un repudio disfrazado de buena voluntad.
20. Finalmente, no dudes de mi afecto por vos... y no me hagas dudar del tuyo convirtiéndome en tu enemigo. Mi vida es buena y valiosa y tengo que vivirla tal cual es, incluso a pesar de vos...

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